Brumadinho – El mayor accidente de trabajo de Brasil
La ruptura de la represa B1 en la Mina Córrego do Feijão, en Brumadinho, ciudad que queda a unos 60 kilómetros de Belo Horizonte, mató a 272 personas en la tarde del 25 de enero de 2019. Fue el mayor accidente laboral del país, que resultó en la muerte de 130 empleados y 121 trabajadores tercerizados, además de 2 niños nonatos y 19 residentes de la comunidad y turistas. Los 12,7 millones de metros cúbicos de lodo de la minera Vale S.A arrastraron todo por delante, destrozando familias, historias, recuerdos y sueños. Las imágenes del tsunami de los relaves mineros causaron horror y desconcierto en todo el mundo y las cicatrices que dejó en la sociedad nunca sanaron. Más allá de la revuelta y la indignación provocada por el mayor accidente laboral de la historia de Brasil, los familiares de las víctimas siguen firmes en la búsqueda de justicia.
Personal militar del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais sigue buscando en la región de la tragedia, donde siguen desaparecidas seis víctimas, según el recuento oficial. Además de las casas de los pobladores, el lodo llegó a parte del área administrativa donde se encontraban empleados de la empresa minera, fincas, hoteles y haciendas. Los relaves también llegaron al río Paraopeba, lo que afectó drásticamente la biodiversidad local.
El trabajo incansable por encontrar las ‘joyas de Brumadinho’, una ciudad de poco más de 41.000 habitantes, no tiene fecha límite, al igual que la lucha de todos aquellos que no quieren que esta triste historia se repita. Al fin y al cabo, los daños causados por el colapso de la presa van mucho más allá de los catalogados como “materiales”.
La presa B1 contenía desechos de minería de hierro y era del modelo “aguas arriba”, cuando se drenan los líquidos para que los lodos se endurezcan. Las paredes estaban hechas de capas sobre capas apiladas, asemejándose a la estructura de una escalera, lo que la hacía más susceptible a grietas en caso de infiltración. Esta era la forma más económica y rápida de obtener una licencia, pero también la más peligrosa y riesgosa. Ese día, la alarma de emergencia, diseñada para dar tiempo a las personas a escapar en caso de accidente, no funcionó. Hasta hoy, familiares, amigos y ciudadanos esperan que la alarma de justicia suene fuerte y clara.
La ruptura de la represa B1 en la Mina Córrego do Feijão, en Brumadinho, ciudad que queda a unos 60 kilómetros de Belo Horizonte, mató a 272 personas en la tarde del 25 de enero de 2019. Fue el mayor accidente laboral del país, que resultó en la muerte de 130 empleados y 121 trabajadores tercerizados, además de 2 niños nonatos y 19 residentes de la comunidad y turistas. Los 12,7 millones de metros cúbicos de lodo de la minera Vale S.A arrastraron todo por delante, destrozando familias, historias, recuerdos y sueños. Las imágenes del tsunami de los relaves mineros causaron horror y desconcierto en todo el mundo y las cicatrices que dejó en la sociedad nunca sanaron. Más allá de la revuelta y la indignación provocada por el mayor accidente laboral de la historia de Brasil, los familiares de las víctimas siguen firmes en la búsqueda de justicia.
Personal militar del Cuerpo de Bomberos de Minas Gerais sigue buscando en la región de la tragedia, donde siguen desaparecidas seis víctimas, según el recuento oficial. Además de las casas de los pobladores, el lodo llegó a parte del área administrativa donde se encontraban empleados de la empresa minera, fincas, hoteles y haciendas. Los relaves también llegaron al río Paraopeba, lo que afectó drásticamente la biodiversidad local.
El trabajo incansable por encontrar las ‘joyas de Brumadinho’, una ciudad de poco más de 41.000 habitantes, no tiene fecha límite, al igual que la lucha de todos aquellos que no quieren que esta triste historia se repita. Al fin y al cabo, los daños causados por el colapso de la presa van mucho más allá de los catalogados como “materiales”.
La presa B1 contenía desechos de minería de hierro y era del modelo “aguas arriba”, cuando se drenan los líquidos para que los lodos se endurezcan. Las paredes estaban hechas de capas sobre capas apiladas, asemejándose a la estructura de una escalera, lo que la hacía más susceptible a grietas en caso de infiltración. Esta era la forma más económica y rápida de obtener una licencia, pero también la más peligrosa y riesgosa. Ese día, la alarma de emergencia, diseñada para dar tiempo a las personas a escapar en caso de accidente, no funcionó. Hasta hoy, familiares, amigos y ciudadanos esperan que la alarma de justicia suene fuerte y clara.
Dia 7 vai ter concerto com Marcus Viana, autor da trilha do Pantanal, e debate com Padre Júlio, Marina Siva e Daniela Arbex
Leia +São Paulo é o líder, com 35% das ocorrências, seguido por Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina e Rio de Janeiro.
Leia +O rompimento da barragem que matou 272 pessoas em 2019, é considerado o maior Acidente de Trabalho do Brasil
Leia +